El mundo de la poesía es vasto y diverso, y una de las características más importantes de un poema es la métrica, es decir, la forma en que se organizan los versos. Una de las formas de clasificar los versos es según el número de sílabas que contienen. En este artículo, exploraremos los diferentes nombres que se les dan a los versos según su número de sílabas.
¿Qué es una sílaba?
Antes de adentrarnos en los diferentes nombres de los versos, es importante entender qué es una sílaba. Una sílaba es una unidad de pronunciación que contiene un sonido vocal y, a veces, uno o más sonidos consonánticos. La forma más sencilla de identificar una sílaba es contar los golpes de voz al pronunciar una palabra en voz alta.
Versos de una sola sílaba
Empecemos por los versos de una sola sílaba, que son aquellos que contienen una única sílaba. Estos versos reciben el nombre de monosílabos. Algunos ejemplos de monosílabos son: “sol”, “mar”, “flor”. Los versos monosílabos son muy comunes en la poesía infantil y su simplicidad los hace efectivos para transmitir mensajes de manera concisa.
Versos de dos sílabas
Los versos que contienen dos sílabas se llaman bisílabos. Los bisílabos son versos que pueden adoptar diferentes formas métricas, como el endecasílabo, el heptasílabo y el tetrasílabo. El endecasílabo es uno de los versos más utilizados en la poesía española y consta de once sílabas. Un ejemplo famoso de endecasílabo es el verso inicial del poema “Don Juan Tenorio” de José Zorrilla: “¡Volverán las oscuras golondrinas!”. El heptasílabo tiene siete sílabas y se utiliza con frecuencia en el romance. Un ejemplo de heptasílabo es el verso “Debajo de un verde limón” del poema popular “La Tarara”. El tetrasílabo consta de cuatro sílabas y es muy utilizado en la poesía infantil, como en el verso “Un elefante se balanceaba” de la canción popular.
Versos de tres sílabas
Cuando un verso contiene tres sílabas, se le denomina trisílabo. Los trisílabos son versos que pueden adoptar diferentes formas, como el octosílabo, el dodecasílabo y el hexasílabo. El octosílabo es uno de los versos más utilizados en la poesía popular y consta de ocho sílabas. Un ejemplo famoso de octosílabo es el verso inicial del poema “Canción del pirata” de José de Espronceda: “Con diez cañones por banda”. El dodecasílabo tiene doce sílabas y es utilizado en la poesía épica y en el soneto. Un ejemplo de dodecasílabo es el verso “Del salón en el ángulo oscuro” del poema “Rima XI” de Gustavo Adolfo Bécquer. El hexasílabo consta de seis sílabas y se utiliza en formas poéticas como el sexteto y en la poesía popular.
Versos de cuatro sílabas
Los versos que contienen cuatro sílabas se llaman tetrasílabos. Los tetrasílabos son versos que pueden adoptar diferentes formas métricas, como el eneasílabo y el decasílabo. El eneasílabo consta de nueve sílabas y es utilizado en la poesía lírica y en la poesía épica. Un ejemplo de eneasílabo es el verso “Cual del monte en la ladera” del poema “Rima LIII” de Gustavo Adolfo Bécquer. El decasílabo tiene diez sílabas y es uno de los versos más utilizados en la poesía española. Ejemplos de decasílabos son los versos del soneto “Amor constante más allá de la muerte” de Francisco de Quevedo.
Versos de cinco sílabas
Cuando un verso contiene cinco sílabas, se le denomina pentasílabo. El pentasílabo es muy utilizado en el haiku, una forma poética japonesa que consta de tres versos. Un ejemplo de pentasílabo en el haiku es el verso “Un viejo estanque” de Matsuo Bashō.
Versos de más de cinco sílabas
Los versos que contienen más de cinco sílabas reciben diversos nombres según el número de sílabas que contengan. Por ejemplo, los versos de seis sílabas se llaman hexasílabos, los de siete sílabas se llaman heptasílabos y los de ocho sílabas se llaman octosílabos. Estos versos son muy comunes en la poesía española y se utilizan en diversas formas poéticas.