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7 trucos para calmar la tos en niños por la noche

La tos en los niños puede ser un problema incómodo y molesto, especialmente durante la noche cuando interrumpe su sueño y descanso. Afortunadamente, existen varios trucos y remedios caseros que pueden ayudar a calmar la tos en los niños y permitirles tener una noche tranquila. En este artículo, te presentaremos 7 trucos efectivos para aliviar la tos en los niños durante la noche.

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Mantener el ambiente húmedo

Un ambiente seco puede empeorar la tos en los niños, por lo que es importante mantener el ambiente húmedo. Puedes hacerlo colocando un humidificador en la habitación del niño o incluso colocando recipientes con agua cerca de la cama. El vapor de agua ayudará a aliviar la irritación en la garganta y reducirá la frecuencia de la tos.

1 Utiliza un humidificador

Un humidificador es una excelente opción para mantener el ambiente húmedo. Asegúrate de limpiarlo regularmente para evitar la proliferación de bacterias y hongos.

2 Coloca recipientes con agua

Si no tienes un humidificador, puedes colocar recipientes con agua cerca de la cama del niño. Esto también ayudará a mantener el ambiente húmedo y aliviar la tos.

Eleva la cabeza de la cama

Elevar la cabeza de la cama del niño puede ayudar a reducir la tos durante la noche. Puedes hacerlo colocando almohadas debajo del colchón para elevar la parte superior del cuerpo del niño. Esto ayudará a drenar las secreciones de la garganta y reducirá la irritación que causa la tos.

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Utiliza un humidificador nasal

Un humidificador nasal puede ser una excelente opción para aliviar la tos en los niños. Este dispositivo ayuda a humedecer las vías respiratorias y reducir la congestión nasal, lo que a su vez disminuirá la tos. Asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante para un uso adecuado del humidificador nasal.

Bebidas calientes

Las bebidas calientes, como el té de manzanilla o la leche tibia, pueden ayudar a calmar la tos en los niños. Estas bebidas tienen propiedades relajantes y suaves que aliviarán la irritación en la garganta y reducirán la tos. Asegúrate de ofrecer estas bebidas en temperaturas adecuadas para evitar quemaduras.

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Uso de miel

La miel es un remedio casero muy efectivo para calmar la tos en los niños. Puedes darle una cucharadita de miel antes de dormir para aliviar la irritación en la garganta y reducir la tos. La miel también tiene propiedades antibacterianas y antioxidantes que ayudarán a fortalecer el sistema inmunológico del niño.

1 Recuerda que no se debe administrar miel a menores de 1 año

Es importante tener en cuenta que la miel no debe administrarse a niños menores de 1 año debido al riesgo de botulismo infantil.

Inhalaciones de vapor

Las inhalaciones de vapor son otra opción efectiva para aliviar la tos en los niños. Puedes llenar un recipiente con agua caliente, agregarle algunas gotas de aceite esencial de eucalipto y hacer que el niño respire el vapor. El vapor ayudará a descongestionar las vías respiratorias y reducirá la tos.

1 Ten cuidado con el agua caliente

Es importante tener cuidado al manipular agua caliente para evitar quemaduras. Asegúrate de supervisar al niño en todo momento durante las inhalaciones de vapor.

Consultar al médico

Si la tos persiste durante más de una semana o si el niño presenta otros síntomas graves, es importante consultar al médico. El médico podrá evaluar la situación y recomendar el tratamiento adecuado para aliviar la tos en el niño.

¿Cuándo debo preocuparme por la tos de mi hijo?

Debes preocuparte por la tos de tu hijo si dura más de una semana, si se acompaña de fiebre alta, dificultad para respirar o si el niño muestra signos de malestar general.

¿Puedo darle medicamentos para la tos a mi hijo?

Es importante consultar al médico antes de administrar cualquier medicamento para la tos a tu hijo, especialmente si es menor de 2 años. Algunos medicamentos pueden no ser seguros para los niños y es importante seguir las recomendaciones del médico.

¿Cuándo debo consultar al médico?

Debes consultar al médico si la tos persiste durante más de una semana, si el niño presenta dificultad para respirar, si tiene fiebre alta o si muestra signos de malestar general. El médico podrá evaluar la situación y recomendar el tratamiento adecuado.

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